La particularidad de este acontecimiento radica en el espíritu de fraternidad y servicio que evidencian tanto niñas, niños y jóvenes; donde los más pequeños son acompañados y guiados por sus compañeros más grandes.
Los pequeños de kínder vivieron el llamado con mucho entusiasmo y emoción, guiados por sus compañeros de 4º medio se unieron a la actividad alzando sus ramos con alegría y fuerza. Significativo es para los estudiantes mayores del liceo, puesto que será su última celebración de Ramos en compañía de la comunidad educativa.
Al finalizar la celebración, y entorno a este ambiente festivo de aclamación a Jesús Rey, nuestro capellán, Padre Jack, bendice los ramos en una procesión llena de gozo y mucha espontaneidad.